Opinión / Mon Laferte, hampartista

Antonio García Villarán* inventa y define el término hamparte para definir obras de arte que en realidad no lo son, palabra creada por la suma de términos hampa y arte.

Hay muchas formas de lograr hamparte, entre ellas:
– “Si una obra consiste en la elección de un objeto […] que es convertido en obra de arte por el hecho de colocarlo en un espacio expositivo”. 
– “Si no es necesario tener talento para realizar una obra […], si está llena de lugares comunes o ideas manidas
– “Si el único valor que tiene la obra está sustentado por un concienzudo texto teórico [o de otra clase] que no encuentra su reflejo real en la obra“.
– “La fantástica y mágica atribución de valores inexistentes a objetos que son comercializados en el mercado del arte con precios exorbitantes”.
 
Pero fundamentalmente, una obra hamparte se reconoce por su falta de talento.

Hace unos días la cantante Mon Laferte** inauguró su mural Día uno en el Cerro Alegre en Valparaíso. El mural, ampliamente conocido, es alusivo a inicio de su menstruación.

Aunque el dueño de la vivienda está encantado con el mural, Constance Harvey, seremi de Cultura, Arte y Patrimonio de la Región de Valparaíso, calificó la obra como “egoísta e individualista” y advirtió de la multa por intervenir la zona patrimonial. Además de eso, la obra es mal vista por el espectro conservador de la sociedad asociado a la derecha y producto de esto o de lo que genera la cantante en su país de origen, el mural fue vandalizado con pintura negra.

Los admiradores dicen que es arte ‘naif’ por su simpleza formal, sin embargo, basta con revisar la obra de Henri Rousseau para darnos cuenta que está muy lejos de su complejidad en todo sentido.

Los detractores dicen que es ordinario y feo. Pero el arte, quizás nunca ha sido valorado solo por el gusto o por su condición de ‘bonito’ o ‘feo’, lo que le da valor a una obra (pictórica) son entre otras cosas: técnica o maestría en su ejecución (talento); riqueza formal; composición; trasfondo conceptual o contenido; eventual cambio de paradigma, entre otros componentes. Nada de esto tiene la obra de Mon Laferte, lo que sí tiene, es que fue hecho por Mon Laferte y eso vale, porque paradójicamente, las obras hamparte pueden ser positivas por varias razones, entre ellas:

  • Generan turismo de personas interesadas en verlas y juzgarlas por ellas mismas.
  • Generan reflexión sobre el arte o sobre una forma de arte
  • Amplían el campo de conocimiento.
  • Replantean los paradigmas preestablecidos sobre lo que es o no una obra de arte.

Por eso el mural de Mon Laferte, si ser bueno, es muy bueno para Valparaiso.

Es cosa de recordar el fenómeno de la ‘restauración’ de la obra Ecce homo, cuadro en el Santuario de la Misericordia en el pueblo de Borja en Zaragoza, España, perteneciente al pintor español Elías García Martínez y posteriormente ‘restaurado’ por Cecilia Giménez Zueco.

La obra hizo revuelo mundial por lo mal que quedó, pero la misma curiosidad por verla hace de la localidad de Borja un lugar de peregrinación de curiosos del arte que antes no existían, ni hablar del merchandising o industria del mercado en torno a la obra. Situaciones y creaciones generadas a partir de un incidente hamparte.

Entonces, la pregunta es: ¿Es valioso el mural de Mon Laferte en Valparaíso?

La respuesta sin duda es si. Muchas personas por primera vez escucharon hablar de Constance Harvey y su trascendencia en la cultura de Valparaíso, porque en general y lamentablemente la ciudad es conocida por la poca inversión que mantiene al puerto, sobre todo en los cerros, cuestión que identifica a Valparaíso en un estado de semi abandono y pobreza, salvo excepciones turísticas. Por lo tanto, una obra como esta genera recorrido turístico y es capaz de generar un nodo de activación comercial en torno a ella, cuestión muy provechosa para la ciudad, por lo que vandalizarla o eliminarla es parte de la ignorancia y desconocimiento de su valor.

Revisando la obra gráfica de Mon Laferte, nos damos cuenta que su propuesta no es mucho más que eso. Al igual que varios cantantes y actores que pintan, su arte es secundario, pero por la fama del personaje sus obras son vendidas a un precio alto y expuestas en varias galerías, no nacen del logro artístico, nacen de la fama del creador. El mercado del arte funciona así, querámoslo o no. Entendiéndolo desde esta perspectiva, toda obra que ofrezca la cantante a Valparaíso es algo positivo para la ciudad y para Chile.

Mauro Quijada Valenzuela
Profesor de Dibujo
Docente de la Universidad Abierta de Recoleta

* Antonio García Villarán, (Aznalcázar, 11 de julio de 1976) Es un youtuber, profesor de arte y pintor español. Da clases a través de internet y en su propia academia. Se licenció y doctoró en Bellas Artes en la Facultad de Bellas Artes de Sevilla en la especialidad de pintura (1998) y de escultura (1999). También ejerció la docencia en dicha institución.

** Mon Laferte: Norma Monserrat Bustamante Laferte (Viña del Mar, Chile, 2 de mayo de 1983), conocida por su nombre artístico Mon Laferte, es una cantautora, música y compositora chilena.