Foro internacional sobre Sistema Nacional de Cuidados Feminista: La urgencia de reconocer y remunerar el trabajo doméstico y las labores de cuidados

Con la participación de Claudia Pascual (Chile), senadora electa y primera ministra del Ministerio de la Mujer (2016); Paula Poblete (Chile), directora de Estudios de Comunidad Mujer; y Paloma Olivares (Chile) asesora política de la Fundación Yo Cuido, la Universidad Abierta de Recoleta y el Transnational Institute (TNI) realizaron el foro internacional sobre Nueva Constitución y Sistema Nacional de Cuidados Feminista.

En el encuentro las expositoras intercambiaron opiniones y experiencias en relación a las distintas dimensiones del trabajo doméstico y las labores de cuidado, que históricamente han sido ejercidas por las mujeres.

Paula Poblete destacó que los números que existen en Chile en relación a la cantidad de mujeres cuidadoras sorprenden y debieran traducirse en la urgencia de reconocer y remunerar esta labor, invisibilizada desde el Estado.

“Chile fue uno de los últimos países en sumarse en Latinoamérica a este tipo de medición. En 2015 se hizo la única y última, en la cual el aporte del trabajo doméstico al Producto Interno Bruto (PIB), ese año, alcanzaba al 22%. Eso transforma al trabajo doméstico en la actividad económica más importante del país, más que cualquier otra. Entonces el trabajo doméstico no remunerado, cuando se mide, aporta más que cualquier otra actividad”, señaló

La senadora Claudia Pascual coincidió con Paula Poblete recalcando que antes que nada es necesario visibilizar en números este trabajo esencial pues, en sus palabras, “lo que no se cuenta, no cuenta”, para luego avanzar hacia el pago, desde el Estado, de una remuneración para una labor que permite que los países se desarrollen.

“Es necesario avanzar hacia un sistema tributario que pueda grabar a quienes más tienen, ya sea desde las grandes empresas o de las fortunas personales, para pagar por esta labor (…) un sueldo para las mujeres familiares que cuidan. Debe haber un reconocimiento no solo social, sino que económico. Además de formar o capacitar en este oficio a personas, hombres y mujeres, para ser cuidadores o cuidadoras, asistentes domiciliarios, monitores comunitarios, auxiliares en apoyo en salud, como sea se nombre, profesionalizar este trabajo, para no seguir delegando esto en las mujeres y seguir con esta división sexual clásica patriarcal”, señaló.

Reparación

Desde la sociedad civil Paloma Olivares, asesora política de la Fundación Yo Cuido, hizo hincapié en que el actual modelo -caduco- ha feminizado el cuidado de personas, generando una división entre labor productiva y no productiva, esta última no valorizada o apreciada socialmente.

“Desde la vivencia es que levantamos con nuestros cuerpos cansados esta demanda desde la sociedad civil, respecto de la feminización de los cuidados. Hay que dejar atrás el modelo actual, que reconoce el trabajo productivo y el no productivo lo deja entre cuatro paredes, invisibilizado. Es necesario reconocer y conocer quiénes somos, necesitamos avanzar hacia un catastro que hable de nuestro nivel social, cómo cambió nuestra vida después de transformarnos en cuidadoras, nivel educacional, y otros aspectos. Hay que dejar de romantizar la labor que realizamos, es un acto de amor, claramente, pero tenemos que avanzar hacia el reconocimiento de esta labor como un trabajo que desgasta nuestra vida y nuestros cuerpos. Debe haber reparación, además, para quienes llevan treinta años cuidando. También es necesario no seguir perpetuándonos en esto. Está bien que recibamos un sueldo, pero hay que resolver también que nosotras podamos hacer otra cosa, desarrollarnos, salir a la sociedad, hay necesidad de políticas públicas orientadas a eso, sin importar el grado de dependencia de la persona cuidada”, detalló.

Un Sistema Nacional de Cuidados, la propuesta del presidente electo Gabriel Boric

En el programa de Gobierno del recién electo presidente de la República, Gabriel Boric, se señala que “de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo (ENUT, 2015), las mujeres dedican al día más del doble del tiempo que los hombres al trabajo doméstico y de cuidado no remunerado (5,89 vs. 2,74 horas). Esto se ha agravado durante la pandemia, impactando negativamente la calidad de vida de las mujeres, incluyendo sus posibilidades de educarse, acceder al mercado de trabajo y ahorrar para sus pensiones de vejez. Ante la ausencia de infraestructura y servicios de cuidado, las mujeres asumen la responsabilidad de solventar con su trabajo gratuito el cuidado de niños, niñas y personas con algún nivel de dependencia por enfermedad, discapacidad o avanzada edad, deteriorando su propia salud y empobreciendo a todo el grupo familiar y sus perspectivas de desarrollo”.

El texto continúa detallando que “con miras a superar esta injusta división sexual del trabajo y la precariedad en la que se ejecutan las labores de cuidado, nuestro Gobierno establecerá un Sistema Nacional de Cuidados (SNC) que coordine con perspectiva feminista, intersectorial y comunitaria diferentes espacios institucionales bajo los principios del cuidado como un derecho social y humano, de acceso universal. Proponemos transitar desde el sistema de cuidados actual, que descansa exclusivamente en la familia y especialmente sobre las mujeres, hacia uno de corresponsabilidad social de los cuidados, que involucre a los hogares, las comunidades y el Estado”. (más detalle en https://boricpresidente.cl/propuestas/feminismo/)

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